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“SU AMOR Y GRACIA, EL SECRETO DEL BUEN EXITO”
PASTOR FRANCISCO BARRIOS
Domingo, 23 de abril de 2023

Dios nos trae un mensaje este día que puede ser aplicado en lo que vivimos a diario, entendiendo cómo nos renueva en sus tiempos, por medio de la obediencia y del pacto entre Él y la Tierra, así pues, lo verenos a través de la Santa Biblia:

Genesis 3:14-19:
“Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu vientre te arrastrarás y polvo comerás todos los días de tu vida. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.”

Ningún ser humano puede salvarse a sí mismo. Dios dice que separados de Él nada podemos hacer; por esto, es necesario conocer la verdad, para ser libres.

Jesús les hablaba muy fuerte a los escribas y fariseos porque imponían cargas al pueblo que ellos mismos no estaban dispuestos a llevar. Ellos eran unos supuestos cumplidores de la Ley, cuando en realidad es imposible cumplirla perfectamente.

Mateo 23:27:
“Ay de vosotros, escribas y fariseos, ¡hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que, por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.”

No debemos caminar en maldición, vivamos en el Nuevo Pacto, pues es el que nos da acceso fácil al trono de la gracia. Solo se necesita creer en Jesús y en su escandaloso amor.

La Biblia nos habla de la salvación en términos muy amplios, abarcando la totalidad de la máxima decisión del ser humano, respetando también el libre albedrio de cada uno para elegir según su significado.

En tiempos antiguos la palabra salvación fue escrita en griego y posterior traducida, esta palabra abarca, liberación, sanidad, protección, seguridad, es así como Dios nos salva de todas las maneras posibles para vivir en victorias.

Salmos 1:3:
“Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.”

Existe el buen éxito y el mal éxito. El único que da el buen éxito es Dios. Debemos permitir que la gracia de Dios toque nuestras vidas. El éxito por nuestra propia cuenta no es un buen éxito.

Tengamos en cuenta que la palabra “maldición” se traduce a un poder sobrenatural que nos lleva al fracaso; superior a nosotros, que nos domina y que es de procedencia diabólica, pero que jamás será superior a Dios. Dios sólo desea nuestro éxito, a pesar de que sobre la Tierra existe un poder sobrenatural para el fracaso, y todo esto se inició por causa de la desobediencia del primer Adán.

1 Corintios 1:28:
“Lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es.”

También hay bendición, y esta bendición llego por medio de Jesucristo y su Santo Espíritu, dándonos un poder sobrenatural para obtener éxito, sólo debemos elegir. En tiempos antiguos por medios de las leyes estábamos bajo maldición, pero actualmente dependemos de la gracia de Dios en el Nuevo Pacto por lo que Jesús hizo en la cruz, con ello nos dio libertad, y somos nosotros quienes debemos aceptar el intercambio de vivir en bendición no en maldición.

Job 8:7:
“Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande.”

Gálatas 5: 4:
“De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.”

Debemos disfrutar todo lo que Jesús conquistó para nosotros. Debemos confiar en la gracia de Jesús. Cada vez que creemos, la bendición vendrá sobre nosotros.

No nos quedemos en el antiguo pacto, ya Dios lo renovó para nosotros. Dios quiere que experimentemos un buen éxito.

Gálatas 3:10-14:
“Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
Y por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”