Algo que debemos hacer es apropiarnos de la sanidad que Dios nos ha provisto. En primer lugar, debemos reconocer que no somos huérfanos, tenemos un Padre Celestial que es un Dios sanador,
El poder ilimitado de la fe
user2020-02-18T16:57:25-04:30La fe nace de nuestra unión con Cristo, pues el autor y consumador de la fe es Jesús (Hebreos 12:2), Él es la fuente; así que, para nosotros tener fe necesitamos trabajar en nuestra unión con Cristo.
Voluntad, más fuerte que ayer
user2020-02-18T15:02:10-04:30La voluntad de Dios es buena, es agradable y es perfecta (Romanos 125:2); y dice la Biblia que el mundo y sus deseos pasan, pero quien hace la voluntad de Dios permanece para siempre,
Ciudadanos de un Reino
user2020-02-13T14:18:04-04:30La forma para traer el Reino de Dios es por medio de la oración; pero observe que, el religioso ora para que la Iglesia se vaya al Cielo, pero quien tiene Reino ora para que el Cielo venga a la Tierra.
¿Cuál es mi llamado?
user2020-02-13T09:12:43-04:30El día en el que realmente conectemos con nuestro llamado y propósito, encontraremos nuestro destino y seremos realmente felices.
Oración y servicio hacen avanzar el Reino
user2020-02-17T10:23:49-04:30No importa cuántos proyectos de fe o cargos de liderazgo tengamos, hay dos cosas que son fundamentales dentro del plan del Reino de Dios sobre la Tierra: La oración y el servicio.
La oración del que sirve
user2020-02-14T13:55:56-04:30La palabra “siervo” se traduce en aquel que hace lo que otro dice. Servir a Dios no es hacer solamente lo que nos gusta, sino lo que Él desea que hagamos.
El último llamamiento
user2020-02-11T15:48:00-04:30Si estamos en la última hora es necesario entender que estamos en el último llamamiento. Existe una fe en Dios que permite alcanzar la salvación y reconocer Su poder.
El plan de Dios se cumplirá
user2020-02-13T10:25:51-04:30Dios no improvisa en lo que hace; es un Dios de planes, estrategias y propósitos. A Él no lo sorprende ninguna situación.
El nacimiento y reinado del Señor Jesús
user2020-02-11T12:16:54-04:30El asunto del nacimiento de Jesús es, sin lugar a dudas, la terminación de un ciclo de oscuridad. Podríamos decir que en este país estamos a punto de que la oscuridad se vaya y venga la luz del Cielo.