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No dejes de esperar tu milagro
(Domingo 17-11-2019)
Pastor Javier Bertucci
Lo primero que vamos a hacer para seguir esperando un milagro es creer en aquel que nos los puede dar por Su naturaleza. Nadie puede esperar un gran milagro de un Dios pequeño, Dios es grande, y no podemos esperar de un Dios grande un milagro pequeño, sino uno grande. El Dios que hace cosas pequeñas, que para algunos puedan ser insignificantes, es el mismo Dios que dividió el mar en dos, el Creador del Universo, y es el mismo que resucitó de entre los muertos al tercer día; así que, no dejemos de creer en el Dios grande que tenemos.
Muchos relacionan su milagro con lo que ellos son, ahora bien, si nosotros vamos a hacer nuestro milagro, sí tiene que ver con lo que somos, pero si el que va a hacer nuestro milagro es Dios, ya no tenemos nada que ver con el milagro, sino que Dios lo va a hacer de acuerdo a su grandeza y poderío. Lo que Dios va a hacer para nosotros no lo va a hacer por lo que hicimos, sino por lo que Él ya hizo en la Cruz del Calvario. Debemos trasladarle toda nuestra fe a Dios, no con reservas ni llegando a pensar que no calificamos para un milagro, porque el que cree que no califica para un milagro, no tendrá un milagro. ¡Los milagros solo se creen! Vamos a recibir un milagro no por lo que somos, sino por lo que Jesús pagó por nosotros en la Cruz del Calvario.
No permitamos que las malas circunstancias que hoy vemos opaquen nuestra fe para creer por el milagro de mañana; sigamos creyendo. Una persona que deja de ver a Jesús para comenzar a ver el problema, pierde la fe, y cuando la gente pierde la fe, empieza a tener miedo del futuro. Quien desea un milagro no debe andar con incrédulos, Jesús cuando fue hasta la casa de Jairo para orar por su hija, no permitió la presencia ni de un incrédulo en el cuarto. Jesús, no solamente quiere resucitar las esperanzas, sino que quiere levantarlas, así como levantó a la hija de Jairo –de quien todos pensaban que había muerto, pero para Jesús solo estaba dormida – y se la devolvió a sus padres. Cuando se trata de un milagro, somos nosotros los únicos que podemos creer por él, no debemos esperar que otros crean por nosotros, los demás pueden hasta atacar nuestra fe, pero el que cree por su milagro es quien lo necesita. ¡Creamos por nuestro milagro!
2 Pedro 1:3: “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”.
Hay milagros disponibles para nosotros y han estado allí antes que nosotros naciéramos, y los vamos a cosechar con nuestra fe; así que, cada milagro que necesitamos ya es. Seguiremos esperando un gran milagro para nuestro país. No dudemos de que un milagro tenga nuestro nombre y apellido, porque hay uno o varios milagros disponibles para nosotros antes de que termine este año, así que nadie deje de esperarlo, porque Dios es un Dios de milagros, y no hay Dios como Él que guarda el pacto y la misericordia. No dejemos de esperar, porque todavía no hemos cumplido nuestro propósito eterno. Dios tiene planeadas cosas grandes para nosotros y van a ocurrir, porque así Dios lo diseñó. Hay un plan de Dios para nuestras vidas y lo vamos a ver cumplido.