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Dios está con nosotros, no contra nosotros

Pastor Francisco Barrios

Domingo 05-06-2021

 

Romanos 8:31-32: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”

Hebreos 1:3: “El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”

El diablo ha intentado por miles de años pervertir la imagen de Dios, para creas que Él es ambivalente, y que solo se enfoca en que tengamos un comportamiento perfecto. El Apóstol Pablo explicó en los Hechos, que antes Dios hablaba por medio de los profetas, y ellos mostraban su versión de Dios; pero con la venida de Jesús pudimos ver la representación fidedigna de Dios. Solo al ver a Jesús, vemos realmente quién es Jehová.

El sacrificio de Jesús en una cruz es la prueba de que Dios está a nuestro favor, porque no nos negó a su propio Hijo. Sin embargo, el diablo ha trabajado en la humanidad un espíritu de condenación, uno que nos hace pensar que todo lo malo que nos ocurre es por castigo de nuestras acciones; de esta forma, trastorna la imagen de bondad de Dios.

No vivimos en la época de del Dios que relata el Antiguo Testamento, ya no estamos en el tiempo de la Ley. Actualmente, vivimos en un Nuevo Pacto de amor y gracia, uno que fue dado por Cristo. Bajo este pacto no podemos acusar a los demás de pecadores por las luchas que estén enfrentando, porque Jesús ya pagó por cada uno de nuestros errores, futuros y pasados. No dejemos que el espíritu de condenación nos engañe, nos haga pensar que tenemos un Dios que nos hace pagar por todo, porque la realidad es que nuestro Dios pagó con su sangre por cada error, y solo nos entrega restauración y amor.

Hebreos 8:8-12: “Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel, después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.”

Debemos usar la cruz como un filtro, para entender que solamente lo bueno viene de Dios. Si alguien te hace dudar de tu salvación, si te dicen que tus problemas son un juicio, aléjate de ahí, porque esa no es la verdadera imagen del Padre. En Hebreos vemos como en este nuevo pacto, tenemos la oportunidad de conocer a Dios de forma directa, y que por consecuencia de conocerlo, empezamos a dejar atrás el pecado.

Dios es amor y gracia, no tenemos que caer en la condenación porque Él no nos exige nada, nos da su gracia por su amor. No tenemos que buscar ser perfectos para recibir algo de Dios, porque es por la fe que agradamos su corazón; luego por medio de esa fe tendremos obras que correspondan a lo que creemos. La Ley nunca ha cambiado, ni cambiará a nadie, pero el amor es la raíz de todos los cambios.