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Conoce el corazón paternal de Dios

Pastor Francisco Barrios,

domingo 28 de enero de 2024.

 

En los tiempos del Antiguo Testamento, muchas personas conocían a Dios a través de intermediarios y aunque conocían sus múltiples nombres, no sabían como era realmente y tampoco su carácter, pero todo cambió cuando Jesús se convirtió en el acceso directo al Padre, siendo Él la vía exacta para conocerle mucho más.

Gracias a Jesús, la humanidad ya no tiene que tratar de alcanzar a Dios, sino que Dios mismo ha alcanzado a Su creación, todo por medio de Su gracia en Cristo.

Y a pesar de que Dios desea que todos conozcan y reconozcan Su poder, no hay característica más importante para Él que todos sepan que también es un Padre, nuestro Padre, el Señor quiere darse a conocer más por su paternidad que por los tantos nombres que tiene.

Al ir más allá, para muchos la relación tan íntima de Jesús con el Padre resultaba un escándalo, pero de esa forma es que Dios quiere que Su creación construya su relación con Él, sin ceremonias, sin protocolos, sin intermediarios, solo Él y tú.

Y es que Dios en Su gracia y misericordia, ya proveyó un sacrificio a favor de la humanidad entera, y fue su propio hijo Jesús, por lo que ya tampoco es la humanidad buscando métodos de aceptación a través de rituales de los tiempos de la ley, ahora es la humanidad viviendo el pacto de la gracia por medio de la sangre de Cristo, la cual nos hizo acceder a la presencia del Padre sin límites.

Conocer la paternidad de Dios hacia Su pueblo es fundamental para la humanidad, ya que muestra como el Señor no solamente es una figura de autoridad, poder y gloria, sino también un Padre, que ama, que siente, que ayuda, que está atento y que cuida de ti.

Jesús en su inmenso amor se vistió de ti, llevó encima todo lo que te tocaba sufrir a ti con el propósito de que ahora tu puedas estar revestido de Él y tener libre acceso al Padre sin que nada lo pueda impedir.

Al rasgarse el velo que te separaba de Dios, se abrió un camino nuevo para que no solo puedas conocer a Dios sino para que ahora puedas acceder también a Su corazón, un privilegio que ahora puedas conocerle en todos los aspectos y con todos sus nombres.

“Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado” – Lucas 15:21-36 (RV1960).

El carácter paternal de Dios no te exige ser santo ni un estándar para poder recibir su amor, pero por causa de ese amor que te ofrece a precio de sangre es que se produce un cambio en tu forma de vivir, que quizá no sea la mejor, pero para agradarle y agradecerle vives conforme a lo que Él ya ha hecho para ti, y eso es hacer lo correcto.

Dentro del corazón de Dios hay cosas especiales que llevan tu nombre, sin necesidad de anhelar lo de otros, el Señor ya ha preparado tesoros y recompensas especiales para ti que no tienes que tratar de ganarte, no eres un siervo o un empleado, eres Su hijo y ese título es suficiente para conocer a Dios y entrar a conocer Su corazón.

Y aun, aquellos que conocen a Dios, pero se han alejado, vuelven porque saben que hay un corazón paternal que los está esperando con amor.

No hay nada más peligroso que vivir y servirle a Dios pero no conocer su corazón, y por eso se contamina de las palabras maliciosas de otros, por eso siempre hay que estar atento a como se percibe al Padre como figura de autoridad y también paternal, pues de la manera en que lo percibas, eso obtendrás.

Asegúrate siempre de percibir a Dios como lo que es: un Padre que te ama incondicionalmente y que nunca te va a abandonar, y no un juez que te quiere enviar al infierno.

Jesús rompió todos los paradigmas que la ley estableció para ser santo, y abrió los ojos de miles ante la religión para que pudieran comenzar a vivir de manera correcta delante de Dios, porque Él nos amó primero aun cuando la humanidad es mala por naturaleza.

A Dios no le importan los estándares para poder amar a alguien.

Debes tener la convicción como hijo de Dios, que el Padre te ama y que no importa si hay otros que puedan ser mejores que tú, tu propia esencia es lo que te hace especial ante Sus ojos.

No podemos esperar merecer lo que recibimos, todo es a través de Jesús.

“Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas. No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo: Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti” – Isaías 54:1-10 (RV1960).

Dios te ama a ti por como eres y nunca te va a despreciar, el mismo amor que da a otros está disponible para ti hoy. Cuando el amor de Dios te toque, tu vida va a cambiar para siempre.

“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda” – Apocalipsis 4:1-3 (RV1960).

Que la identidad del hijo amado de Dios pueda revelarse a tu corazón hoy.